​El Ministro aseguró que los diagnósticos de la Misión Rural son muy valiosos y servirán como fuentes de información para tomar las decisiones y todo lo que se planteó en el Plan de Trabajo del Ministerio.

El trabajo desarrollado dentro de la nueva visión de política para el sector agropecuario, la cual se busca hacer más productivo y competitivo el agro y erradicar la pobreza en el campo se ha realizado en concordancia con las recomendaciones hechas por la Misión Rural.

Así lo manifestó el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Aurelio Iragorri Valencia, quien aseguró que la cartera a su cargo durante los dos últimos meses ha trabajado coordinadamente con la Misión, para responder y suplir las necesidades planteadas en temas como el fortalecimiento de la investigación, asistencia técnica, acceso a tecnología y maquinaria, cadenas productivas y fortalecimiento del tema sanitario y fitosanitario.

“Desde que fui designado como Ministro de Agricultura, gracias a la labor coordinada con Planeación Nacional y el director de la Misión Rural, José Antonio Ocampo, nos reunimos, me mostró y nos dio acceso a los borradores del diagnóstico.  Gracias a esa documentación, se ajustó el plan de acción del Ministerio que ya se está ejecutando”, explicó Iragorri.

El Ministro aseguró además que los diagnósticos de la Misión Rural son muy valiosos y servirán como una de las fuentes de información para tomar las decisiones y todo lo que se planteó en el Plan de Trabajo del Ministerio.

“La Misión Rural está conformada por un grupo de expertos contratados por Planeación Nacional, que viene haciendo un diagnóstico de donde debe salir la política pública para el sector agropecuario. Junto a esta voz de expertos, está también la voz del pueblo a través del Pacto Agrario y los datos que arroje el Censo Nacional Agropecuario”, aseguró.

Ante la recomendación de recortar los subsidios, el Ministro reconoció que en algunos casos el Gobierno está siendo asistencialista; sin embargo, aclaró que estas ayudas han sido claves para el desarrollo del campo colombiano.

“En los años 90, cuando se dejaron de cultivar más de un millón 500 mil hectáreas, la apertura de ese momento generó una competencia para la que el sector agropecuario no estaba preparado. Dentro de ese ajuste, fue necesario que los distintos gobiernos establecieran una serie de subsidios para ayudar a los sectores a salir adelante en esos momentos difíciles”, dijo el Ministro.

Iragorri Valencia recordó que sin los apoyos para el sector cafetero, por ejemplo, este año habría tenido la producción más baja de la historia del país, con menos de cinco millones de sacos; sin embargo, gracias a los incentivos para renovación de cultivos en más del 30 %, con especies más resistentes a la roya, Colombia va a tener la mayor cosecha de la historia: cerca de 12 millones de sacos, y esta operación generará un movimiento financiero en el sector de más de cinco billones de pesos que activarán la economía de las zonas cafeteras.

“Si miramos de tajo la recomendación hecha por la Misión, está bien: es un país que ha sido en algunos temas ‘asistencialista’; pero Colombia tuvo que tomar esa decisión para evitar la quiebra de todos los sectores. Los subsidios deben ir hasta cuando sean necesarios y mientras tanto, con una política pública, buscar que nuestros sectores sean productivos, eficientes y competitivos. Cuando los tengamos en ese nivel, no se necesitarán los subsidios. Mientras, los subsidios son necesarios y se tienen que seguir implementando, ojalá cada vez menos”, concluyó Iragorri Valencia.