​Las compras de leche nacional de la industria láctea llegaron a 1.503 millones de litros en el primer semestre de 2013.

Los altos inventarios de producto terminado corresponden a producción nacional almacenada en momentos de excedentes.

El acopio de leche fresca producida en Colombia en el primer semestre de 2013, llegó a un total de 1.503`206.517 litros. Esta cifra representa un aumento en las compras a ganaderos colombianos del 5.4% respecto al primer semestre de 2012.

Por otra parte, en el mes de junio el acopio industrial de leche alcanzó el mayor volumen en los últimos cinco años con 263.9 millones de litros en lo corrido del mes. El precio promedio nacional de compra fue de 0.46 dólares/litro, superando a países de la región como Argentina, Brasil y Chile.

Jorge Andrés Martínez, director Ejecutivo de Asoleche, manifestó que “el incremento en el acopio es positivo y denota un esfuerzo relevante de la industria láctea en períodos de excedentes de producción; sin embargo, se requieren políticas estructurales que permitan la mayor y más eficiente absorción del total de la producción de leche nacional”.

Los inventarios de producto terminado son altos y corresponden a producción nacional que aún no ha sido comercializada. “Se anuncian medidas de apoyo al sector lácteo para superar la enlechada, pero su ejecución tarda y se pierde tiempo preciado para garantizar su impacto”, afirmó Martínez. “Respecto a las importaciones del año 2012, realizadas como previsión frente a la llegada de un Fenómeno de El Niño anunciado por las autoridades para inicios de año pero que finalmente no se presentó, el reporte de las empresas afiliadas indica que ya se consumieron”.

Se requiere una política para evacuar excedentes del mercado lácteo.

La actual coyuntura de sobreoferta de leche se presenta de manera sistémica, luego de un período de escasez y precios altos durante los últimos dos años en el país, como consecuencia de la sequía de 2010 y las inundaciones de finales de año e inicios de 2011. La producción se recupera y supera el ritmo de la comercialización de productos lácteos, afectada por las vacaciones escolares y el cese de los programas sociales de suministro de leche.

De ahí la importancia de contar con políticas estructurales que se anticipen a la sobreoferta y permitan la adecuada absorción de los excedentes de producción. Para Martínez “el esquema de cuota y excedente es requerido para evacuar los volúmenes de producción adicionales, convirtiéndolos en herramienta de competitividad para llegar a mercados sociales y de exportación, mediante un precio diferencial que se ajuste a los internacionales”.

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