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Mosquera, 4 de septiembre de 2017.  La Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria – Corpoica, ha venido trabajando en la caracterización de tipo agronómico, bioquímico, molecular y nutricional de cada uno de los materiales nativos que hoy hacen parte de la Colección Central Colombiana de Papa (CCC).

Las denominadas papas nativas, son materiales que han sido seleccionados, conservados y usados por los agricultores e indígenas desde hace mucho tiempo. Y que actualmente se consideran tesoros por descubrir, ya que además se sus formas y colores diversos, tienen mayores contenidos de micronutrientes básicos para una buena alimentación.

Con el trabajo que realiza la Corporación en este cultivo, Antonio Aponte, un productor de papa nativa de Jenesano, Boyacá, ve en este camino la oportunidad para continuar con el legado familiar, que un día, su abuelo le enseño a su padre y que hoy, 40 años después, él les enseña a sus dos hijas.

Y es que, con el conocimiento heredado, Antonio sabe que variedad debe sembrar y cómo manejarlo: “Las papas nativas de color rojo son menos susceptibles a los ataques del gusano blanco; las de piel amarilla más resistentes a la polilla o a la gota”. Y más importante aún, según el “son variedades que le dan un sabor y color especial a las comidas de la región.”

Lo que ocupa hoy a Antonio es que se pierda toda esta tradición que ha perdurado por siglos, que sus hijas abandonen el campo por falta de garantías como agricultores, “quisiera que las papas nativas se incluyeran en el mercado de los colombianos, y que la producción sea un día un negocio sostenible, sustentable y rentable.”

Por su parte Corpoica avanza en la producción de semilla de calidad por métodos convencionales y en sistema de aeroponía, realizando las caracterizaciones moleculares y bioquímicas; cruzamientos de estos materiales para obtener variedades resistentes a plagas y enfermedades y con mayor contenido nutricional.