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Los residuos de construcción y demolición ahora se podrán usar como base para nuevos materiales, en particular para fabricar morteros (el aglutinante que se aplica entre ladrillos, piedras o bloques), que tendrían mayor durabilidad que los construidos con material nuevo de cantera.

Así lo comprobaron investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín al comparar el desempeño de morteros tradicionales –elaborados con arena, cemento y agua– con los fabricados con concreto reciclado de demoliciones y otras construcciones.

El ingeniero civil José Miguel Romero, especialista en Patología (de obras civiles) y magíster en Construcción de la UNAL, explicó que buscaba evaluar el desempeño del material en el tiempo, ya que este sufre deterioros por simple entropía al reaccionar con las condiciones atmosféricas.

Señaló además que "con análisis estadísticos y diseños experimentales evaluamos la carbonatación, es decir el deterioro del material por exposición al dióxido de carbono (CO2), y evaluamos cuánto tiempo podría transcurrir hasta que esa carbonatación afectara el recubrimiento del mortero y el acero de la mezcla se empezara a corroer (oxidar)".

Los datos se llevaron a un software que hizo proyecciones en tiempo y el resultado sorprendió al investigador: mientras la capa de 4 cm de mortero tradicional se degradó en 6,5 años, la de mortero con materiales reciclados logró resistir el equivalente a 41 años en las condiciones ambientales de Medellín.

Cabe aclarar que en la mezcla reciclada, el magíster usó un aditivo plastificante, y aunque las pruebas se hicieron en un ambiente controlado (laboratorio), el diseño experimental permitió tener un grado de confianza de entre 80 y 90 % y resultados coherentes con los obtenidos por otros investigadores.

El magíster Romero destacó que otras investigaciones internacionales respaldan la durabilidad de este tipo de morteros, por lo cual hizo un llamado a la industria para que empiece a pensar en el reciclaje de materiales, incluso desde la concepción de los proyectos.

"Diseñar para la deconstrucción debe ser una alternativa, nos estamos comiendo las montañas y secando los ríos, mientras enterramos este material que perfectamente se puede usar de nuevo", declaró.

Agregó que "la viabilidad del reciclaje de los materiales también dependerá de dónde esté ubicado el proyecto, pues si para el transporte del material se requiere un consumo mayor de energía, entonces no tiene sentido pensar en esa reutilización, al menos desde el punto de vista ambiental".

Faltan plantas de reciclaje

El concreto es uno de los materiales más usado en el país: según el DANE, solo en febrero de 2021 se fabricaron 501.000 m3 de concreto premezclado, casi 20 % menos que en el mismo periodo del año anterior.

"Es un material que tiene buena aceptación social y por eso no va a desaparecer. Lo que sí podemos hacer es minimizar su impacto mediante el reciclaje. En países como Dinamarca, Bélgica, Holanda y Suiza la gente se siente cómoda con que su casa se fabrique con materiales y morteros reciclados, pero en Colombia todavía no", acotó el magíster de la UNAL.

Al respecto, reconoció que la falta de plantas de reciclaje para estos materiales también influye en su poca difusión, pero confía en que como en todo el mundo hay cientos de investigaciones que confirman la durabilidad y confiabilidad del material reciclado, es posible que en el mediano plazo la tendencia cambie.

"Es una roca muy fuerte que solo necesita pasar por un control de calidad y su proceso de producción es muy similar al que se hace en cantera; me di cuenta de que funcionaba cuando lo fabriqué con mis propias manos y me pregunté: ¿cómo es posible que estemos tirando los recursos con los que podríamos construir muchas viviendas?", concluyó.

Sus investigaciones continuarán con una exploración de técnicas de bioconstrucción en la que espera mezclar materiales naturales con residuos de construcción y demolición reciclados.

(Por: fin/VRB/MLA/LOF)

Fuente: Agencia de Noticias UNAL.