Olvídate de los nombres exóticos. No todos los superalimentos vienen de tierras lejanas o cuesta encontrarlos en los supermercados. Y es que, uno de los más humildes, y comunes, ingredientes de la dieta mediterránea, el ajo, es todo un superalimento que, muchas veces, pasa desapercibido.

De hecho, los monjes medievales ya lo usaban para protegerse de la peste, masticándolo crudo. También es un poderoso antiséptico que ayuda a evitar infecciones, y también es un poderoso antibiótico natural y eficiente que forma parte de todos los listados de remedios naturales.

Ajo andaluz

Además, en Andalucía tenemos el privilegio de poder consumir ajos de la tierra, de producción local. Y es que la región es la segunda en importancia en España, con el 34% de la producción y 5.121 hectáreas (según la última campaña) en total. Destaca, sobre todo, la provincia de Córdoba como principal zona de cultivo, con el 52% del ajo andaluz.

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Recolección de ajo en la localidad cordobesa de La Carlota / Ruiz de Almodóvar

Innumerables beneficios

Además de ser un poderoso antiséptico, el ajo reduce el nivel de grasa en la sangre, bajando el colesterol «malo», y ayuda a regular la función del tiroides. También normaliza los niveles de tensión arterial, refuerza las defensas y es expectorante, por lo que se recomienda su uso durante infecciones respiratorias.

Para garantizar todos sus beneficios, lo ideal es consumirlo crudo o poco cocinado, como por ejemplo, en gazpacho o salmorejo, dos de los platos estrellas con la llegada del buen tiempo.​

Fuente: Sevilla ABC​​​