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Las lentejas son una de las legumbres más tradicionales de la dieta mediterránea. Han formado parte de la comida casera de casi todos los hogares durante décadas y, aunque un poco denostadas en los últimos años por ese carácter «tradicional», parece que vuelven a ponerse de moda. Y no solo en los típicos guisos, sino también en ensalada o hummus, nuevas preparaciones que le dan un toque especial a este superalimento.

Y es que, aunque no lo parezca y ni siquiera figure en el imaginario colectivo cuando hablamos de superalimentos, las lentejas tienen todas las papeletas para ser uno de los más apreciados.

Además, son sencillas y rápidas de preparar ya que, a diferencia de otras legumbres, no es imprescindible el remojado previo al cocinado. Y todas las variedades, desde la pardina, la más común en Andalucía, a la castellana o la roja, son ricas en nutrientes.

Las lentejas, y en general todas las legumbres, tienen una gran cantidad de proteína vegetal y un porcentaje de grasa casi testimonial.

Por otro lado, son una fuente de hidratos de carbono, de fibra, hierro y vitaminas del grupo B. También son ricas en almidón, por lo que aportan energía sin apenas aporte de grasa.

Remedio para la anemia y el cansancio

Gracias a su cantidad de fibra, las legumbres facilitan la digestión, y más si se combinan con alimentos altamente digeribles como las verduras. También reducen los niveles de colesterol malo y sus minerales, entre los que destacan el calcio, el hierro, el magnesio y el zinc, proporcionan al cuerpo los nutrientes suficientes para un buen funcionamiento.

De otra parte, como bien es sabido, las lentejas son ricas en hierro por lo que son muy recomendables para las personas que sufren anemia ferropénica.

Además, su contenido en potasio hace que mejore el funcionamiento del sistema nervioso, y su nivel de ácido fólico lo hace un alimento perfecto para las embarazadas, ya que previene malformaciones en el feto. También es bueno para los diabéticos, porque reduce los niveles de glucosa en sangre, y mejora la concentración.

Por último, las «humildes» lentejas son beneficiosas para los huesos, los dientes y los músculos por su alto contenido en fósforo. Un plato de lentejas aporta el 40% de la cantidad diaria recomendada de este mineral.​

Fuente: Sevilla ABC​