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 11/09/2020

Un nueva técnica permite descubrir alimentos transgénicos ahora indetectables

La investigación detecta organismos editados genéticamente y refuta la idea de que éstos no deben someterse a la regulación europea al no poder ser diferenciados de los demás

Un grupo de oenegés -entre ellas, Greenpeace- y asociaciones relacionadas con los alimentos libres de transgénicos han financiado con éxito el desarrollo del primer método que permite detectar (de manera pública) cultivos diseñados con las últimas técnicas de modificación genética de edición de genes. Concretamente, han logrado esa identificación en el caso de una variedad de colza modificada que se cultiva en Norteamérica.

La nueva investigación refuta, así, la postura de la industria biotecnológica que ha venido sosteniendo que los cultivos desarrollados con esas nuevas técnicas de modificación genética (de 'edición genética') no se pueden distinguir de los cultivos no modificados genéticamente.

Por ello, la industria aducía que estos cultivos no pueden ser regulados con la normativa europea al respecto (que exige evaluación de riesgos, separación, etiquetado o información al consumidor).

El nuevo método detecta concretamente una variedad de colza que tolera los herbicidas y que se cultiva desde hace pocos años en algunas zonas de EE.UU. y Canadá.

La técnica permite a los países de la Unión Europea empezar a identificar cultivos editados genéticamente no autorizados

La gran ventaja que ofrece esta técnica es que con ella los países de la Unión Europea podrían realizar controles para evitar que este cultivo transgénico (actualmente no autorizado en la UE) entre ilegalmente en las cadenas de suministro de alimentos y piensos de la UE.

Hasta ahora, los países de la UE no tenían instrumentos conocidos para controlar estas importaciones y detectar la presencia de esta colza transgénica.

"El nuevo método de detección es un hito en la protección de los consumidores y las empresas de la UE. Las autoridades ahora pueden empezar a identificar cultivos editados genéticamente no autorizados", afirmó Heike Moldenhauer, asesor de políticas de la UE en la Association Food without Genetic Engineering.

Agricultores, ganaderos, procesadores de alimentos y piensos y distribuidores podrían así mantener estos nuevos transgénicos fuera de sus cadenas de suministro.

La descripción del nuevo método se publicó en la revista científica Foods.

La variedad se llama "SU Canola" y ha sido diseñada por la empresa estadounidense de edición genética Cibus para tolerar ciertos herbicidas. Es otra variedad diseñada para que crezca mientras se combate las malas hierbas que compiten con ella.

Fuente: La Vanguardia

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