A partir del próximo primero de enero y hasta el 28 de febrero de 2.016 iniciará la veda del camarón en la Costa Pacífica Colombiana. Por esta razón, la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, Aunap, lanza la campaña #Yo espero al camarón, que busca concientizar a todos los actores de la cadena, incluyendo desde los comercializadores, restaurantes, centros de acopio, hasta el consumidor final; para que se abstengan de consumir el producto durante el periodo de veda.|

“Es necesario recordarle a todos los actores que si capturan el recurso en estado juvenil, el camarón no podrá reproducirse y en un futuro no habrá remplazo poblacional, así que el recurso se verá seriamente comprometido. Adicionalmente, es una pérdida económica para el pescador, pues no podrá vender al mismo precio un camarón adulto, que uno pequeño”, aseguró Wilberto Angulo, profesional de la Aunap.

Los camarones de aguas someras como el camarón blanco, titi, tigre y pomadilla tendrán esta medida de ordenamiento; al igual que el camarón rojo, coliflor y cabezudo que se encuentra en aguas profundas.

La medida busca proteger dos eventos reproductivos que se dan en este periodo de tiempo. En primer lugar, la fase del desove (la salida de los huevos por parte de la hembra); y en segundo término, proteger la etapa de reclutamiento (ingreso de juveniles a áreas de pesca) o crecimiento.

Otto Polanco Rengifo Director General de la Autoridad Indicó que es importante llegar al consumidor final con esta campaña y a todos los actores
de la cadena comercial, buscar unificar pensamiento frente a la veda y agregó que “este es un primer paso para lograr que todos los actores de la cadena se concienticen en la preservación de este recurso tan importante para la seguridad alimentaria de los colombianos”.

Las disminuciones de las capturas obligaron a dictaminar un periodo de veda, que fue inicialmente propuesto como un programa piloto en 1988 y posteriormente se institucionalizó en 1999.

Gracias a esta medida de tipo administrativo se busca disminuir el impacto de las pesquerías en las poblaciones, evitar la extinción de la especies, recuperar los tamaños de las tallas del camarón, aumentar la biomasa del recurso y favorecer la recuperación económica de las comunidades que se dedican a la pesca artesanal.

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