Más de 5.000 millas recorrió el primer cargamento de café cultivado en Miranda (Cauca) por personas de la Asociación Café Aromas de Montaña (Aromo) hasta el puerto de Niza en Francia.
Más de 5.000 millas recorrió el primer cargamento de café cultivado en Miranda (Cauca) por personas de la Asociación Café Aromas de Montaña (Aromo) hasta el puerto de Niza en Francia. Este logro destaca no solo el compromiso de campesinos e indígenas, sino que además evidencia el impacto de la práctica académica a través del proyecto de grado de un estudiante de Ingeniería Agronómica que capacitó a los asociados en habilidades tecnológicas, guiándolos en el uso de herramientas para mejorar la gestión agronómica de los cultivos. El resultado: un café de alta calidad.
En las montañas del municipio de Miranda, ubicado en el corazón de la región cafetera en el norte de Cauca, cerca de 200 familias campesinas e indígenas –entre ellas un grupo de 103 agricultores (73 hombres y 30 mujeres) de Aromo– están cosechando un éxito internacional que ha llevado el sabor de sus cafés a tierras francesas.
El café en Miranda ha sido el principal sustituto impulsado como alternativa a los cultivos de uso ilícito tras la firma del Acuerdo de Paz en 2016. Allí se ubica Monterredondo, primer sitio veredal que se convirtió en Espacio de Reincorporación y Capacitación para los excombatientes.
Su café con notas únicas se diferencia de las demás bebidas colombianas por su riqueza y excepcionalidad de sabores que insinúan la calidez de la panela y el chocolate, hasta los toques cítricos influenciados por el clima y su constante flujo de vientos cálidos, la geografía agreste de su entorno, los nevados vecinos, sus pisos térmicos que permiten la diversidad de calidades, además de la dedicación y particularidad ancestral que cada agricultor dispone en su labor.
Pero hay algo que lo hace aún más interesante: se cultiva bajo condiciones de sombra regulada y cultivos intercalados con planes de manejo integrados, gracias a la gestión del estudiante Franklin Duvier Dagua Caldono, futuro ingeniero agronómico de la UNAL Sede Palmira, mediante la práctica académica y su trabajo final de grado que le permitirá obtener en las próximas semanas su título profesional con mención honorífica.
Cabe anotar que en gran parte de las zonas cafeteras del país este grano se produce en monocultivos en los que prevalece una sola variedad en grandes extensiones, por tanto, la singularidad de los cafés de Miranda está en su diversidad.
Franklin ha desempeñado un rol esencial en la Asociación, acompañado por el profesor José Manuel Peláez, de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, y luego de su voluntariado en la Escuela Agrobiológica UNAL con organizaciones de base comunitaria. Primero hizo el análisis organizacional y productivo que comprendió la línea base, el acompañamiento técnico, la transformación del café, el estado actual y las condiciones de las unidades productivas de los asociados.
Paralelamente, documentó los impactos directos del fenómeno de La Niña con las lluvias y formuló diferentes estrategias, para lo cual visitó más de 11 veredas de la zona alta y encontró que este fenómeno meteorológico provoca erosión del suelo y deslizamientos de tierras que afectan hasta en más del 50 % la producción de los cultivos y las vías terciarias por las que se movilizan los campesinos para sacar sus productos.
Alianzas que generan desarrollo
Desde la Asociación se gestó la alianza con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) para fortalecer a los asociados tanto en la parte administrativa y legal como en sus trámites de exportación, con el objetivo de impulsar el cultivo de café y reducir en esta zona la presencia de cultivos ilícitos.
Un hito importante fue la visita de Jean Chistophe Galland, representante de la empresa tostadora Malongo en Francia, un aliado estratégico de la UNODC en la promoción de procesos en zonas de conflicto mundial. Durante su visita a Miranda, Galland tuvo la oportunidad de conocer de primera mano la forma de producción de la zona, las condiciones agroclimáticas y los métodos de manejo agronómico y poscosecha que les permite obtener cafés de alta calidad. Luego hizo su primer pedido de 19.250 kilos.
El aporte de Franklin fue fundamental para cumplir con los compromisos de exportación a Francia, “la Asociación espera enviar dos contenedores por año y fortalecer la producción y calidad del café", dijo.
Es tal el logro de este proyecto y su potencial, que la UNODC destinará 296 millones de pesos que serán utilizados para “certificar las fincas, mejorar la infraestructura y brindar apoyo técnico a los productores".
“La proyección es que todo el café de Miranda sea tipo exportación, ahora trabajamos con casi 200 familias, pero la idea es que todos en el municipio siembren café tipo exportación", señala Franklin. Su próximo paso será certificarse como catador y tostador de café y hacer una maestría en agronegocios para seguir aportando a procesos comunitarios y fortalecer el desarrollo de la región.
Fuente: Agencia de Noticias UNAL